Graciosamente lo más difícil del fenómeno del que somos parte , pero que no elegimos,o sea, la vida, se trata todo de elegir, hay que elegir qué ser de uno, quién ser de uno, hay que elegir ser.
Hay que elegir entre poner en columnas o en filas las cosas, o amontonarlas si es posible.
Hay que elegir entre leer o escribir, mirar o ver, comer o aplaudir, aplaudir o arrancarse los pelos de las axilas.
Hay que elegir entre saber o no saber, entre ser o hacerse, hablar o tragarse las babas, la lengua y los bigotes.
Hay que elegir entre expandirnos hacia el infinito, o hacernos una pelota peluda y retraernos hasta convertirnos en seres microscópicos.
Hay que elegir entre vivir o morir.
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