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Puedo respirar aire bañado y saber lo amargo de hacer arrugas siendo plancha.
No quiero quemar tu camisa
No quiero ser acribillado con botones
No quiero ser ahorcado con hilos
Tampoco quiero sonar de obstrucciones, más que cinco, pero siempre mias otra sábana. En ésta, sólo corresponden mágicos sueños de Inca, y la intensidad de dos electroimanes atrayendo martillos a la obra.
Todo mi respeto
mi sombrero y alguna parte de aquel alambrado herido lo saqué
uno para que vea el sol y el otro para convertise en gloria de mañana
como la película oscilante.
Carmesí, Sangre, Huevos, Hadas, Sueños y mis hijos que vuelan por el aire helado
Conviven todos ahora en un contenedor generoso,que es también su propio estibador de mercado y contendor furioso.
Ha de regresar con las manos cortadas después de cada jornada y una epifanía adornando el alma con el reflejo del sol.
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